martes, diciembre 2

La caligrafía de su nombre en chino (2)
Él dijo.
Aquí las especias eclipsan a los tilos.
Ella pensó.
¿Qué hago ahora con el libro de las flores silvestres?
Cerró los ojos y vio a la rosa china en plena floración, en el ojo de sol de su balcón, peinándose -la rosa se armaba un tocado de novia enamorada de sí misma que empezaba sobre la tierra y terminaba debajo de ella. Se sintió al tanto, como en la foto donde el caballo no camina. Anotó: Renuncio- ¡El siglo de la velocidad!, dicen. Pero dónde ¿Cómo es así? Nada ha cambiado, la verdad: Buenas noches Valeria-
Eso es algo que a menudo ella también decía pero solía sonar como un cascabel en la oscuridad del cuarto. Buenas noches Valeria. En un buen tiempo no volvería a repetir la frase. No es cierto que no pueda llegarse a la guerra agitando banderitas de colores como si recibiéramos al ejercito aliado: cuando es lunes y en la cocina de la casa rueda una lágrima azul ¿puede domesticarse a la naturaleza?
Quería.
Llorar es bueno Valeria.
El condicional.
Llorar es bueno Valeria.
Quiero.
Llorar es buenas noches Valeria.
Ahora tendría que llegar a odiar por un rato. Unos minutos antes de dormir, el día después entero y cuando se acordara, el resto de los años ¿Qué escribiera? Es todo lo que había hecho: escribir como si fuera a terminarse el mundo- voy a pasar de los árboles y la canela por un buen tiempo, dijo ¿El cuerpo? Pura memoria: no fuimos, no somos, no seremos compañeros de lectura: todo empezó como si tuviera que durar mucho tiempo. Todo fue torpe y dio trabajo y después todo fue rodar por la superficie rozándose los codos sin tener ganas de contarse secretos-
Entonces porqué estaría triste: la conmoverían las chispas de la soldadora en la puerta de un bar al que no volvería nunca? la población mundial multiplicada cuatro veces su número en los últimos cien años? No. Tampoco que las burbujas del agua no se respiran y había detestado el mal té -¿Duele? Si te importa sí, si no te importa no.
Pero también podría ser esto: pasar de los tilos a las especias sabiendo que en realidad lo único que se eclipsa está por fuera del mundo. Y saber que todo arde y en el fondo uno sabe que todo arde. O mejor: tener un sueño con conejos atrapados en un coto de caza.

1 comentario:

marina dijo...

no sé si llorar es bueno, valeria. porque quiere decir que hay motivos. pero lo que sí es bueno son estos hermosos textos. besos.

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